Estimadas Todas:
Ha pasado un mes del estreno de Diosas del Nilo y un poco menos de otro episodio en mi vida que me ha llevado a escribir con la franqueza y la sensibilidad que me identifica.
Diosas del Nilo, fue, lo que fue, con altos y bajos. Una obra llena de percances técnicos, generales y personales. Si alguien quiere saber detalles no es el momento pero no se los deseo a nadie, y los comentarios bajo cuerda tampoco, pero en fin, Diosas del Nilo nos llenó de satisfacciones también y a todas las que participamos en ella nos enseñó a sortear los obstáculos y a seguir creyendo en los proyectos profesionales en alianza.
Claro está, el ir mejorando muchos aspectos que para las que no han montado una obra con contenidos están lejos de entender. Posicionar esta disciplina en el ámbito cultural es un gran desafío, pues sólo se le reconoce como una danza bailada para el sultán, aunque ya se han asomado otros atisbos de creación . Lo importante fue la opinión del público en general, que es el público al que quiero llegar, ese público que agradece presenciar un espectáculo con historia, enseñanza, con la belleza que amerita y una buena producción.
De las “colegas “ como público ni hablar. El silencio se apoderó de una mayoría. Y de las que enunciaron palabras al boleo vieron sólo la parte del vaso vacío, nada con franqueza. Las más directas, me llenaron de palabras de aliento para seguir y mejorar.
Como he visto a lo largo de mi labor proactiva , las celebraciones femeninas en vez de ser poderosamente nutritivas son también poderosamente envidiadas por quienes están lejos de crearlas. Es curioso, y este resultado me ha llevado a realizar una profunda reflexión acerca de nosotras las mujeres cultoras de danza del vientre y el comportamiento competitivo que se suscita en torno de ella, que está bien, y es sano que ocurra, así como sucede en todas las disciplinas, pues regula y da la posibilidad de una autoexigencia mayor. Pero el comportamiento descalificador es el que asombra sobre todo a las que han estudiado y conocen el origen y la historia de esta danza, sentimiento que no debe tener cabida dentro de si.
Escucho comentarios varios acerca de fulana o fulanita, dependiendo del cómo baila, o si movió más o menos la cadera, o abrió las piernas o puso cara de qué se yo, o se equivocó?, peor aún: qué fea o linda la ropa que usó, si tenía más o menos brillo, si era una baratija o de alta costura, si es gorda o flaca la que baila, si es vieja o es joven, si las pechugas son de ellas o las compró, si se sacó un pedazo de carne o se puso, etc.
Para qué hablar de las valientes profesoras y profesores que vienen a este país en calidad de maestros a dar sus clases y que vía mails son recomendadas o no dependiendo de quien las trae; un modo subliminal de boicotear la gestión, en vez de apoyar.
Y para qué hablar de los eventos que cada una prepara con sacrificio, con préstamos o con autogestión , todos con el riesgo económico que conocemos y la dedicación que aquello significa. A pesar de ser anunciados con tiempo se ocupa el mismo día y hora para su realización, manejando un criterio individualista que no contribuye a una relación de compañerismo y camaradería. Perdiéndonos de conocer y participar el trabajo de otras.
…Y los comentarios de toda esta actividad abundan, con la subjetividad de siempre, depende de si eres amiga, conocida, comadre o compañera .. Mientras, el jurado delibera desde los lugares que ocupa, que van desde el living de una casa, una tienda, frente al televisor viendo el último video pirateado, un work shop, un guiño delatador en el intermedio de una presentación, y lo que es más penoso en el mismo lugar donde se enseña y se danza. Increíble!!
“El que emite el mal comentario de otro está cometiendo una agresión y eso es así, valerse de alguien para hacerlo es lo peligroso pues puedes cortar el comentario o seguirlo. Emitirlo generalmente delata una autoestima baja, utilizando y captando con anzuelos de interés generalmente a un grupo que lo acompaña para resolver su necesidad y su patología. Esta actitud, paradójicamente, le otorga prestigio y popularidad frente al resto del grupo, que generalmente calla o se suma a la burla y al hostigamiento y descalificación silenciosa constante”
Estamos asistiendo a una invasión mediática de algo que hemos sabido y experimentado siempre. Ahora parece que tiene nombre. Un nombre ininteligible e inescribible en castellano: bullying.
El fenómeno Bullying ya no sólo existe en los colegios con los escolares , está en todo ámbito de trabajos también y Horror! , en la danza que cultivamos . Y creo que se le ha dado cabida por la tremenda proliferación de escuelas, academias y profesoras, y una forma de fortalecerse y llenarse de popularidad de muchas es a costa de subestimar a otras. Esa es la forma como opera el bullying laboral.
Cuidémonos entonces de no seguir los comentarios o callar otorgando, defendámonos ojalá de nada , sigamos al frente de lo que creemos valioso: ser mujer y dancemos felices como al inicio del mundo: celebrando.
Participemos de todo lo que nos inviten, aún ausentes demos y enviemos palabras de aliento, deseemosle suerte y prosperidad a los proyectos de las otras. Digamos sinceramente por qué no asistimos a los eventos que las otras organizan , puede que lo que le suceda nos importe más de lo que pensábamos y si alguna no tiene los medios para hacerlo simplemente: invitar.
Critiquémonos sí , pero constructivamente para crecer y divertirnos juntas. Reirnos de nosotras mismas es mejor que reirnos de las otras.. Causa más alegría.
Así, creo que cuando dancemos frente a otras iguales no nos sintamos evaluadas; porque aquí en Chile no hay ninguna autoridad que lo pueda hacer. No existe. Esta danza no es nuestra , es de una dimensión desconocida para todas. Y aunque busquemos e investiguemos nos seguirán apareciendo aspectos inuscitados en ella.
De lo único que debemos estar seguras y no perder jamás de vista ; que la danza sea para lo que siempre ha sido: Una gran celebración.
Ojalá los medios de comunicación y difusión en materia puedan seguir estando en una posición objetiva y cercana tanto como en el gesto como en la palabra, sobre todo si quienes manejan estos medios son también profesoras y bailarinas del área, y dan patrocinio y apoyo de difusión a muchos eventos nacionales.
A ellas, ojalá no se alejen de la luz inicial, las que las movilizó a manejar un medio de comunicación y a convertirse en excelentes empresarias. Esa luz es valiosísima pues es la que ilumina para ver, estar cerca y emitir opinión con claridad, y por sobre todo dejar supeditada toda conveniencia personal de difusión en beneficio a las necesidades de quien desee publicar, manejando con constructivismo, equidad y veracidad la información. Sigan adelante en su tarea. Es un gran desafío también, y hay mucho que aprender.
Esta reflexión que hago, no tiene un medio formal para ser publicada, pero la envío con la certeza que muchas se sentirán representadas y motivadas a generar un cambio en las relaciones.
“La vida útil es corta” me lo hizo ver mi madre el día que murió: tres días después del estreno “ Diosas del Nilo”.
Vicky Flores - Séforah Caris
